Siempre en Vigo

Ceferino de Blas, cronista oficial de la ciudad de Vigo, director del Faro de Vigo, gran vigués, periodista infatigable, buen amigo de tanta gente, terminó su vida en su ciudad. Nos deja un vacío imposible de llenar y, aunque su recuerdo nos conforta, la tristeza anida en nuestro ánimo.

Era a mediados de la década de los ochenta, cuando acudía a Vigo a iniciar una etapa imprescindible en la ciudad, recuperar la línea brillante del Faro. Y sí que lo hizo, con su saber, con su pluma y con su gran corazón. Entendió enseguida como eran el Faro y Vigo, profesó la alianza con las gentes y encabezó tantas y tantas cruzadas en la defensa de la ciudad. Y allí labramos amistad, tantas charlas sobre Vigo, su reflexión sobre los roles del Faro y la información veraz.

Veía Vigo desde su enfoque de progreso y desde los matices de una ciudad única que él vivió desde la cultura, el deporte (indesmayable celtista) la economía, los grandes retos de ciudad, nuestra caja de ahorros, las comunicaciones, y así lo reflejó en su tiempo de director y de columnista de lujo. Hasta hace unas pocas semanas…

Y ni un segundo dudó en aceptar ser cronista oficial de la ciudad de Vigo. Sus crónicas marcaron nivel literario y descriptivo de la realidad. En charlas, o brevemente en sms, o cuando en sus paseos con Marisa nos encontrábamos por Príncipe, me dio siempre opiniones y ánimos que tanto le agradecí. Sabía discernir muy bien la relevancia de las cuestiones centrales para la ciudad. Defendía con entusiasmo la singularidad de Vigo, pero con el aprecio a todo el territorio. Durante casi cuarenta años nos enseñó mucho.

Hoy estamos tristes, porque nos dejó. Pero seguirá paseando por las calles de Vigo, seguramente, con Cunqueiro, con Laxeiro, con Fernandez del Riego, porque Ceferino de Blas, cronista, director, escritor, amigo, y en la ensoñación de la literatura y del afecto, seguirá para siempre con nosotros. Y lo hará como lo que siempre fue, buena persona, filósofo de la información e impulsor de los estudios y las causas justas de la ciudad, de nuestra ciudad, de su ciudad.

Ceferino de Blas, Medalla de Oro de la ciudad de Vigo.